'LA ISLA DE LAS TENTACIONES'

'La isla de las tentaciones': un final que huele a cuerno quemado

Mediaset ofrece este miércoles el epílogo de la edición del 'reallity' que puso a prueba el amor de seis parejas, que solo acabó triunfando en dos de ellas

Marta y Lester en la hoguera final de 'La isla de las tentaciones'

Marta y Lester en la hoguera final de 'La isla de las tentaciones' / TELECINCO

Inés Álvarez

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Los paraísos no son para siempre, eso ya nos lo enseñaron Adán y Eva, y después del desmadre de las parejas que entraron “a poner a prueba su amor” con unos cuantos solteros y solteras de catálogo de cirujano plástico o de inventario de gimnasio, el pasado domingo llegó la hora de la verdad en esa máquina de hacer audiencias de Mediaset que es La isla de las tentacionesEl momento de despertar de su sueño y comprobar que “el dejarse llevar”, el verbo que más se conjugaba en esas villas dominicanas donde les soltaron a triscar, tendría sus consecuencias. Buscadas o no. Este miércoles, llega el epílogo (Tele 5, 22.00 horas). Es decir, qué fue de aquellas parejas tres meses después. Habrá  sorpresas.

Pero primero veamos cómo quedó la cosa el domingo. Aparte de Inma (conocida como la Penélope Cruz de Triana por su parecido con la actriz), y Ángel, que no aguantaron aquello y se fueron por piernas, otra pareja que era evidente que tendría un happy end era la que entró en su lugar: Patry y Alessandro, que, pese al dramatismo que escenificó la joven cubana en la primera hoguera (esa reunión en la que Sandra Barneda les machaca con imágenes que nunca querrían ver), pidiendo un cara a cara con su chico, luego se calmó. Reproches, besitos, y ya está. No todo está perdido.

Cuatro rupturas

Sin embargo, con el resto de las cuatro parejas pasó lo que tenía que pasar. Empezando por la sufrida Melyssa y el caradura de Tom, que en el minuto uno se lió con una soltera, Sandra, pese a que le daba mucha pena (“soy muy sensible”) que su chica llorara por las esquinas Y es que la joven fue el Christofer de esta edición, el alma en pena que les cortaba totalmente el rollo erótico festivo al resto. Hasta que se empoderó, dijo basta y le devolvió el anillo. Y él se volvió solo. No era cosa de irse con Sandra. 

La otra pareja que acabó como el rosario de la aurora fue la de los canarios Marta y Lester. Esta ya la armó en el primer programa, llorando con lágrima seca, muerta de celos, porque su chico había escogido a una soltera que le podría gustar. Ella, entonces, lo aprovechó para soltarse de lo lindo, con escena de cama incluida. Él, al verlo, se sintió libre y se lió con la rubia Patricia. Y se fueron juntos. Marta, sola. ¿Qué veremos en este programa? Marta aparece gritando,  presa de su histrionismo, "Pinocho y Pinocha” a la pareja. Se masca la tragedia.

Rosito, la gran víctima

El que salió reforzado de la experiencia fue Pablo, más conocido como el calvo de La isla de las tentaciones, que asistía medio atónito, medio sarcástico, a la evolución que tenía Maika, su chica, con Óscar, un tentador que repetía de la pasada edición. Al final, el novio se lo tomó con flema, aunque se dio el gustazo de lanzarle a la hoguera el peluche de la chica, el osito Rosito, la principal víctima de la edición. Momento trágico. Librada la venganza, Pablo se fue solo. Por supuesto. Ella eligió irse con Óscar,  que una vez más salía triunfante llevándose a la chica de otro.

También rompieron peras Melodie y Chistian. La chica de la cabeza fría que daba sabios consejos de empoderamiento a sus amigas, pero que le costaba aplicárselos. Por eso seguía desde hace años con Christian. Él se fue solo, tras tirar el anillo con el que le pensaba pedirle matrimonio ante más de 3 millones de telespectadores. Ella también quería irse sola, pero Sandra Barneda, la hierática presentadora, le puso al yogurín de Beltrán delante mirándola con ojos de Rodolfo Langostino (¡Lleváaaame a casa!) y se lo tuvo que llevar. En este programa final, Melodie entra airada a la sala donde están su ex, y Andrea, una de las estrellas de la pasada edición, que entonces se había ido con Óscar (sí, sí, el Óscar de Maika), y volvió a esta como tentadora senior. Se intuye que ahora está con Christian.

Solo cabe esperar que todo esto no sea reflejo de nada. Que no admita estudio sociológico alguno, solo psicológico. Que sea puro y duro entretenimiento. De esos que enganchan. Y cómo.