La candidata a presidir el PP, Soraya Sáenz de Santamaría, tiene clara su victoria por el número de compromisarios que dice contar a su favor. De hecho, asegura que quien se dedica a contar estos apoyos en favor de su candidatura dice estar “cada día más tranquilo y más contento”. Su optimismo es tal que dice contar con “un colchón del 15% (de ventaja)” en el número de compromisarios, aunque rápidamente reclama ser “muy precavidos”. Por si la cosa se tuerce, la dirigente también deja claro que “pase lo que pase voy a seguir en política”.
En declaraciones a Onda Cero, Santamaría ha insistido en la necesidad de no tener que contar compromisarios en el congreso de este fin de semana para dirimir quién es el ganador, aunque si lo tiene que hacer lo hará. Es su particular manera de apelar a la unidad, de reclamar a la otra parte, la de Pablo Casado, que deponga en su pretensión de ir hasta el final con la contienda y se integre en la candidatura de Santamaría. Algo que ha vuelto a comentar que va a insistir hasta el final.
“Nuestro partido ha ganado mucha fuerza y músculo con estas primarias”
A la candidata no le parece bien “que el apoyo del afiliado se coloque en un segundo plano”, en respuesta a la guerra de cifras con Casado sobre los compromisarios con que cuenta cada cual. Pero reivindica que ella ha hecho una campaña de primarias en positivo y que “pase lo que pase voy a seguir en política”. Pese a las artes que se han podido ver entre unos y otros, la candidata se alegra de que “nuestro partido ha ganado mucha fuerza y músculo con estas primarias” y que “tenemos las sedes llenas”.
La dirigente se ha armado de argumentos en pro de su candidatura de cara a dar la batalla electoral. De hecho cree que si ella vence en las primarias el centro-derecha de la política española estará más abierta, algo imprescindible para batir a Ciudadanos, porque a su entender, su candidatura trata de englobar las diferentes maneras de ver el centro derecha.
Pero también hace algo de autocrítica al admitir que “perdimos tres millones de votos por la corrupción” y señala como detonante el caso de las tarjetas black: “Con el caso de las tarjetas black bajaron las encuestas sobre todo para el PP”, ha recordado.
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