CULTURA

Rosa, la niña judía amiga de Hitler

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Adolf Hitler, junto a la niña Rosa Nienau, el 20 de abril de 1933. ALEXANDER HISTORICAL AUCTIONS / EFE

Una fotografía en blanco y negro de Adolf Hitler abrazando a una niña ha sido subastada en el estado de Maryland (EEUU) por 11.520 dólares (unos 10.200 euros), según informan medios alemanes, que se han hecho eco de la noticia difundida por el Washington Post, para recordar una insólita relación que comenzó a gestarse en la primavera de 1933 en El Berghof, casa en los Alpes Bávaros a la que acudía el dictador para mostrar su imagen más familiar, más humana.

Porque lo que aporta valor a ese esa imagen, firmada por Heinrich Hoffman, fotógrafo personal del dictador, es la niña, Bernhardine "Rosa" Nienau. Hitler oyó hablar de ella a unos conocidos y quiso conocerla por la simple razón de que nació el mismo día. La invitó a fiesta de cumpleaños, el 20 de abril de 1933. Su madre se desplazó con la niña, que por entonces tenía seis años, El Berghof desde su residencia en Múnich. Hasta ahí todo normal, de no ser que Rosa era judía.

Sostienen los historiadores estaba al corriente de los orígenes de la niña, pero se negó a romper una amistad que duró casi cinco años y en la hubo intercambio de cartas y fotos juntos. En la que ahora ha pasado de manos en Maryland a través de la casa de subastas Alexander Historical Auctions puede leerse "a Rosa". Está escrito en tinta azul y lleva la firma de Hitler.

En los Archivos Federales alemanes insólita relación de amistad entre la niña judía y el genocida nazi está documentada con al menos 17 cartas, en las que Rosa llama al dictador "querido tío Hitler" y éste a ella "cariño mío".

De "la niña del Führer" como se le llama se sabe que era huérfana de padre. Su abuela, Ida Voit, era judía, su madre, Karoline, también y, por defecto Rosa llevaba una cuarta parte de sangre semita, suficiente para ser judío en la Alemania nazi.

La relación se acabó abruptamente, cuando el jefe nazi, Martin Bormann, se enteró de la carga judía de la niña. Bormann prohibió las visitas a El Berghof y la difusión de las imágenes del Führer con una niña que no era "pura sangre aria". Berhnardine murió sin saber hasta donde fue capaz de llegar su "querido tío". Falleció víctima de la polio en 1943. Tenía 17 años.

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