ECONOMIA
Crisis

Primer 'match-ball' para la banca: afronta el vencimiento de 20.000 millones en moratorias antes del verano

Uno de cada cuatro hogares tiene dificultades para retomar los pagos un año después de que estallara la crisis.

Una mujer pasea frente a los anuncios de una sucursal bancaria en Málaga.
Una mujer pasea frente a los anuncios de una sucursal bancaria en Málaga.
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La banca está inmersa en una fase crucial en la crisis del coronavirus con el vencimiento de la inmensa mayoría de moratorias concedidas hace un año para proteger las rentas de millones de hogares golpeados por el parón económico. Sólo en este trimestre el sector financiero tendrá que gestionar una oleada de vencimientos próxima a los 20.000 millones de euros, según la información que maneja el Banco de España y la remitida en los últimos días por las entidades cotizadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Supone, aproximadamente, entre un 65% y un 70% de los créditos cuyo pago todavía se mantiene aplazado.

Las moratorias serán una de las primeras piedras de toque para comprobar el estado económico de las familias tras un año de crisis. La primera gran oleada de vencimientos ya se desencadenó en el mes de abril y el resultado, según distintas fuentes financieras, es que uno de cada cuatro prestatarios ha tenido alguna dificultad para retomar los pagos de su crédito. Esto ha obligado a que las partes hayan tenido que firmar un acuerdo de reestructuración, registrar una segunda moratoria o, en los peores casos, declarar el crédito como fallido e iniciar el proceso de recuperación. No obstante, esta última opción está frenada por la prohibición legal de acometer desahucios hasta el próximo mes de agosto.

El Banco de España ya avisó en su último informe de estabilidad financiera que la elevada incertidumbre sobre la evolución de la actividad económica y la progresiva retirada de ayudas públicas obligan al Gobierno y a las entidades a "monitorizar de forma cuidadosa las moratorias de crédito en España durante los próximos meses".

El sector financiero se blindó contablemente en 2020 con una fuerte dotación de provisiones financieras para hacer frente al previsible incremento de los impagos que dejará la crisis. Sin embargo, varios directivos del sector celebran que aún no ha sido necesario usar este escudo, aunque todavía consideran prematuro bajar la guardia y revertir esa protección ante lo que puede estar por venir.

Sus análisis de riesgos concluyen que sólo una cuarta parte de las hipotecas podrían acabar cayendo en mora. En concreto, entre un 15-20% de los créditos se encuentra ya bajo vigilancia -por la fuerte caída de ingresos del prestatario- y en menos del 10% se observa riesgo alto de impago. En total, 8.000 millones de euros marcados con una alerta roja, lo que supone menos de un 1% del total de la cartera de crédito del sector en el mercado local.

España ha sido uno de los países del mundo más proteccionistas en relación con las moratorias, como ilustran las cuentas de los bancos españoles más internacionalizados. En el caso de BBVA, llama la atención que aquí sólo han caducado un tercio de los aplazamientos concedidos, mientras que la cifra asciende al 75% en Turquía y está por encima del 90% en los países latinoamericanos. Algo similar ocurre en el caso del Santander, que en España ha visto cómo vencían un 46% de las moratorias concedidas durante la crisis mientras en Reino Unido, México o Brasil han caducado la práctica totalidad de las coberturas. Aunque ya han vencido una parte de los créditos, lo que queda es lo más peligroso, ya que se trata de familias que hasta el momento no han podido abandonar la protección porque siguen en ERTE o directamente se han ido al paro.

Por grupos, CaixaBank es la entidad que más aplazamientos de pago acumula en su balance tras absorber Bankia (12.762 millones sólo en España), una cantidad que supera a la suma en su conjunto de Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter. Sin embargo, su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, resta importancia a esta elevada exposición. "Estamos viendo que la mayoría de personas está siendo capaz de devolver los pagos cuando vence la moratoria, por lo que creemos que ha sido una medida que ha generado más beneficios que problemas".

El sector no es tan optimista sobre los vencimientos de los créditos con aval del ICO concedidos a pymes y autónomos en el peor momento de la crisis para garantizar su liquidez y evitar su colapso. Este problema, sin embargo, es menos urgente después de que el Gobierno haya prorrogado la carencia en los pagos hasta cuatro años más, lo que retrasa en el tiempo el desenlace de saber cuántas empresas podrán devolver el préstamo y de qué manera.

Los primeros análisis realizados por el Banco de España anticipan una morosidad muy elevada en este segmento, ya que muchas compañías vinculadas a sectores como el turismo o el ocio no van a lograr sobrevivir a la crisis y acabarán hundidas en concurso de acreedores. Estos procedimientos se han disparado un 58% en lo que va de año, según Axesor.

A pesar de que la mayoría de los créditos se han 'congelado' hasta 2025, el futuro de muchas empresas se jugará en las próximas semanas y dependerá del vigor que alcance la recuperación económica y de la ansiada llegada de ayudas directas. El paquete fue aprobado hace ya casi dos meses en Consejo de Ministros, pero la necesidad de que Ejecutivo central y CCAA firmen sucesivos convenios para articular su desembolso ha impedido que lleguen todavía a los bolsillos de empresarios y autónomos.

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