Dos miradas

La aclimatación

Ciudadanos abandona definitivamente la careta liberal y el PP celebra la victoria porque sabe que Vox forma parte del mismo ecosistema. Solo ha hecho falta un semestre para alcanzar esta cima de la indignidad política

undefined48347433 graf9016  madrid  26 05 2019   el presidente del partido pop190527013459

undefined48347433 graf9016 madrid 26 05 2019 el presidente del partido pop190527013459 / periodico

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando, en las elecciones de diciembre en Andalucía, los resultados propiciaron la posibilidad de un Gobierno del PP con el apoyo necesario de Ciudadanos y Vox, enseguida se encendieron las alarmas antifascistas. Por lo menos, unas cuantas. Nunca se había dado una circunstancia similar y nunca había pasado que un partido con un programa y un ideario definitivamente ultra se convirtiera en una muleta útil e imprescindible. Hubo quienes clamaron al cielo porque tal cosa no se podía admitir y recordaban que, en casos similares, la derecha conservadora (y sobre todo la liberal y la izquierda institucional) había hecho prevalecer los valores democráticos por encima del interés partidista. El caso emblemático fue la renuncia a la particularidad ideológica (aquellas narices progresistas tapadas con una pinza, en la famosa segunda vuelta francesa del 2002 entre Chirac y Le Pen) en pro de la virtud republicana.

En Andalucía, no. Se admitía el colaboracionismo, en suma, con muy tenues discrepancias. Lo que pasa ahora en Madrid, en el ayuntamiento y en la comunidad, es que ese antecedente se naturaliza sin barreras. Es decir, la extrema derecha ya forma parte del medio natural, se ha aclimatado, sin aspavientos. Ciudadanos abandona definitivamente la careta liberal y el PP celebra la victoria porque sabe que Vox forma parte del mismo ecosistema. Solo ha hecho falta un semestre para alcanzar esta cima de la indignidad política.