LA GRAN FINAL DE KIEV

Juicio final: el Madrid-Liverpool dicta sentencia de la temporada

El equipo de Zidane busca su tercera copaconsecutiva ante el incómodo rival liderado por Klopp y Salah

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Alejandro García

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Las hegemonías en la Champions suenan a fútbol del pasado, a las Copas de Europa en blanco y negro. Frente a la experiencia del Real Madrid, que busca su tercer título seguido, la ilusión del Liverpool, de su técnico Klopp y de su estrella Mohamed Salah, nuevos ídolos que aspiran a remover el orden establecido.

Con la columna vertebral del equipo casi intacta, el Madrid llega a otra final con el poso que da la experiencia. “Seguro que un segundo antes del partido ellos estarán más tranquilos. Pero los partidos no duran un segundo”, ha dicho Klopp. “Es bonito ganar tres Champions seguidas, pero lo vivo con normalidad. Es mi pasión, me gusta competir”, ha contestado Zidane.

“Cómo dijo Isco, el marrón me lo como yo”, ha dicho Zidane sobre la alineación, para la que dispone de toda la plantilla. La gran duda es Bale o Benzema, para acompañar a Cristiano Ronaldo en el ataque, del que Zidane ha dicho que “vive por jugar estos partidos”.

La baraja de Zidane

Con espacios, Bale parece mejor opción, sobre todo ante un equipo valiente que puede presionar arriba. Pero la confianza que ha demostrado Zidane siempre en su compatriota, y la lógica apueste por el balón, con Modric, Kroos e Isco en el campo; da la delantera a Benzema.

Sorprendería una apuesta por el 4-3-3, lo que sacaría a uno de los centrocampistas del equipo. “Dejar fuera a jugadores es lo más duro, pero todos pensamos como equipo. Puede haber alguien decepcionado por no jugar, pero desde el banquillo se puede aportar”, ha concluido el entrenador del Madrid.

La gran virtud de este Madrid, renacido tras la catastrófica temporada en Liga y Copa, puede no ser tanto lo que ponga en el once titular, sino lo que se guarda en el banquillo. Ya se han visto esta temporada partidos atascados, revolucionados y resueltos por Lucas Vázquez y Asensio desde el banquillo. Con ellos, el Madrid ha dado el mejor nivel de la temporada, en los momentos más decisivos.

El duelo clave del partido está en la banda de Marcelo y Salah. El brasileño es decisivo tanto en ataque como en defensa. El egipcio, que antes de llegar a Liverpool era un velocista al que le acompañaba la etiqueta de fallón, ahora es una estrella. Ha dado el salto hasta convertirse en uno de esos jugadores que marca casi todos los partidos. Además, Mané recuerda al joven Salah: es rápido, intenso, eléctrico… pero también impreciso. Firmino, por su parte, es el eje sobre el que pivota todo, es el que trenza jugadas y abre los huecos por los que corren sus flancos, también los laterales: Alexander-Arnold y Robertson son rápidos, jóvenes y entusiastas, toda la debilidad que tienen en defensa es potencial en ataque.

La confianza en el ADN del Liverpool

El Liverpool juega intenso, junto, como una unidad, que presiona con todo y que aprovecha como nadie esos minutos de locura colectiva que provoca casi en cada partido, a los que también es muy dado el Real Madrid. Se encuentra cómodo sin llevar la iniciativa, en un partido de batalla, de ida y vuelta, de momentos de locura. Para eso es perfecto el centro del campo Red: Wijnaldum (Emre Can llega justo para estar en el banquillo, de baja desde marzo por problemas de espalda), Henderson y Milner, un bregador que con la experiencia ha ganado en inteligencia de juego.

"No somos solo un muy buen equipo de futbol, este club tiene un AND para conseguir grandes cosas. Nadie nos esperaba pero aquí estamos. Por eso somos el Liverpool”, se ha reivindicado Jürgen Klopp, que ha devuelto al club un estilo, una idea de juego.

El Liverpool ha llegado a la final con exhibiciones ofensivas y preocupantes lagunas defensivas. El equipo es un caos organizado. “Sobre todo tenemos que estar convencidos y tranquilos”, ha apuntado Klopp. Desde la llegada de Van Dijk en enero, el defensa más caro de la historia, el mando y orden del neerlandés han mejorado las prestaciones defensivas del equipo. “Desde el primer día he encontrado mi lugar. El Liverpool es mi equipo, Anfield es mi casa y me encanta jugar para este club”, ha sentenciado el central. Lovren, su compañero de zaga, ha reconocido tener más confianza desde su llegada, la punta de lanza de toda una estructura colectiva enfocada a la protección de la defensa.