A pocas horas de la final, cuando los nervios empañan los análisis racionales del rival y del equipo propio, hay que acudir a los datos como un trankimazin que permita calmar los impulsos y sentarse con la cabeza fría a tomar notas sobre en qué es mejor un equipo y en qué el otro.
Dos ataques letales
Si nos apoyamos en los números, la final se disputará al galope. Los dos ataques más letales de la competición se miden frente a frente en Kiev. El tridente del Liverpool es el más anotador de la historia de la Champions, superando a aquella primera versión de la BBC que triunfó el año de la Décima. El Madrid centra y remata más, pero el equipo de Klopp es más efectivo.
¿Sorpresa? El Liverpool arrasa en defensa
Primera sorpresa en las estadísticas. Si el punto débil del Liverpool era su defensa, si tanta crítica ha acumulado la zaga 'red' y tanto se la ha menospreciado desde que el equipo inglés se emparejó con el Madrid en la final de Kiev, resulta que sus datos son mejores que los del Madrid. Mucho mejores. Ha recibido menos goles, han encajado en menos partidos y han recuperado más balones.
El juego tiene dueño: el Madrid
Aquí no hay dudas. Con el balón en los pies golea el Real Madrid. Más posesión, más pases, más toques, más duelos ganados... La clave de la final para Zidane es evitar ese caos que dibuja como nadie Jürgen Klopp. Y su mejor arma, la pelota. Un ejército de peloteros al servicio del técnico francés, a bayoneta, para destrozar las líneas del Liverpool y llegar al territorio de Karius.
El Madrid, más 'limpio'
Y el apartado disciplinario, importante en una final y en un partido tan caliente, también manda el Madrid. Los de Zidane han hecho menos faltas que el Liverpool y no han visto ninguna roja, una expulsión que puede cambiar una final en cualquier momento.