Valencia CF

Las claves de Celades en el resurgir del Valencia

Valencia CF Llegó tras la destitución de Marcelino y ha logrado un éxito que se resistía 7 temporadas

Celades, este martes durante el partido del Valencia disputado contra...
Celades, este martes durante el partido del Valencia disputado contra el Ajax. Maurice Van SteenEFE

Buena parte de culpa del estado de felicidad que rodea ahora al Valencia, tras su brillante clasificación para octavos de la Champions, la tiene Albert Celades. El entrenador catalán supo manejar la complicada situación que heredó cuando llegó al vestuario del Valencia por decisión de Peter Lim. No hay que olvidar que el estreno del equipo blanquinegro bajo la marca UEFA Champions League este curso fue en una rueda de prensa en Stamford Bridge en la que los jugadores decidieron no comparecer. No era nada contra Celades, pero la imagen del técnico solo junto al traductor y el jefe de prensa, evidenciaba que no lo iba a tener fácil tras la furtiva destitución de Marcelino. El entrenador debutante en Primera división, sin embargo, ha ido ejerciendo un liderazgo silencioso, midiendo sus decisiones con precisión de relojero ganándose la confianza del vestuario hasta conseguir un logro que no repetía ningún técnico desde hacía 7 temporadas. Estas son las claves de Celades en el resurgir del Valencia:

Dejar pasar el duelo de los futbolistas

Celades entendió que llegaba a un vestuario dolido por la salida de Marcelino, un entrenador muy querido por los futbolistas y en rebeldía contra los responsables de esa decisión (Peter Lim y, por delegación, el presidente Anil Murthy). Dejó que los futbolistas digirieran ese sentimiento con naturalidad, no pretendió parecerse al técnico saliente, ni tampoco aspiró a distanciarse de su idea futbolística. Demostró una aplicación perfecta de la inteligencia emocional. Y lo hizo sin pretender quemar ninguna etapa más deprisa que otra.

Aprovechar la herencia del pasado

Lejos de querer borrar la huella de Marcelino, el técnico alabó en público y en privado la herencia de su predecesor. Y en el vestuario dejó claro a los jugadores que no se iban a producir grandes cambios. Explicó que su intención era aprovechar todo el buen trabajo que se había hecho y con el que los futbolistas se sentían cómodos y habían logrado grandes resultados las dos temporadas anteriores.

Humildad, los protagonistas son los jugadores

Celades también se sabía bajo sospecha por las comparaciones iniciales con Gary Neville (entrenador sin experiencia puesto a dedo por Lim). A pesar de todo, ni en público ni en privado quiso ponerse ninguna medalla que no le correspondiera. Desde el primer día cedió todo el protagonismo al vestuario, a los futbolistas, a los que defendió en las malas y a los que ha entregado todo el mérito en las buenas .

Meritocracia y justicia deportiva

Otro de los sambenitos que se le colgó al entrenador tenía que ver con la autonomía que iba a tener en sus decisiones. O peor aún, con el recelo de que tomaría decisiones para agradar al dueño, que había apostado por él. Así se vaticinó que los jugadores más jóvenes tendrían más oportunidades y que Thierry Correia -apuesta de futuro de Lim por 12 millones jugaría por decreto-. No fue así. Celades mantuvo la meritocracia en el vestuario desde el primer minuto y el primero en sufrirla fue Gonçalo Guedes, fichaje más caro de la historia del Valencia, al que sacrificó de los onces porque se encontraba en un mal momento de forma (después se lesionó).

Empatía con los futbolistas

La primera prueba de fuego la ha tenido Celades con el cambio de jefe de los servicios médicos (el club fulminó al doctor que llegó con Marcelino) y por defender el criterio de los futbolistas. A la vista de que los diagnósticos y planes de recuperación fallaban, Celades se alineó con los jugadores: frenó el despedido de un readaptador y pidió que el jefe médico impuesto por el club dejara de tratar a la primera plantilla. La plaga de lesiones ha sido el caballo de batalla del técnico pero él ha sabido aprovecharla para dar minutos a futbolistas que no habrían tenido sitio en el equipo de no ser por las bajas.

Un equipo con variantes y riqueza táctica

Celades no ocultó su preferencia por el 1-4-3-3, pero se encontró con una plantilla con la que tenía difícil encaje -además del lastre de las bajas-. El técnico no ha dejado de trabajar su idea -y de ponerla en práctica- pero no le ha importado reconocer y dar marcha atrás cuando la cosa no funcionaba. Su primer golpe de autoridad como entrenador llegó en el segundo partido -Stamford Bridge- cuando el equipo marcó un gol y estuvo a punto de hacer otro con dos jugadas de estrategia que se habían trabajado en solo tres días de entrenamiento. Planteamientos de partido como los de San Mamés y en el Johan Cruyff Arena, en los que se veía que el Valencia desactivaba al equipo rival le ayudaron a granjearse el respeto de la plantilla.

Ahora parece más fácil tal y como se han desarrollado los acontecimientos, pero Celades es uno de los triunfadores de que el Valencia se haya clasificado como primero de grupo para los octavos de final de la Champions.