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Crisis interna

El Gobierno esquiva la queja a Nicolás Maduro por el incidente con su vicepresidenta Delcy Rodríguez en Barajas

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La portavoz del Ejecutivo dice que no se quejará a Venezuela porque se trataba de "una escala" para el descanso de la tripulación

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, este martes, tras la...
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, este martes, tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros. BERNARDO DÍAZ

El Ejecutivo pasa página al incidente en Barajas con la vicepresidenta del Gobierno venezolano, Delcy Rodríguez, a quien el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, tuvo que persuadir de que no podía dormir en España, junto a la tripulación que la trasladaba desde su país, y ni ha informado de ello a la Unión Europea, ni tiene previsto mostrar su malestar al régimen de Nicolás Maduro.

La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha ofrecido este martes algunos datos más sobre este episodio, que ha adquirido la condición de crisis por las sucesivas versiones ofrecidas por el propio Ábalos y la falta de transparencia del Ejecutivo, y ha explicado que el Ejecutivo desconocía que Rodríguez pretendía hacer escala en España y que no tuvo "conocimiento fehaciente" hasta que su vuelo despegó de Caracas.

Según Montero, es algo que entra dentro de la normalidad porque "en nuestro país la obligación de comprobar el pasaje se hace al llegar el destino". "Ese fue el momento en que se conoció que esa persona viajaba en el avión y las autoridades tomaron las medidas correspondientes para impedir que entrara en territorio español y el señor Ábalos, en particular, hizo una gestión diplomática para reiterárselo".

De no haber entrado, ha asegurado la portavoz, esto habría provocado una crisis diplomática con la Unión Europea, que impide a la vicepresidenta la entrada en su territorio por menoscabar la democracia y los derechos humanos, y con Venezuela. "Nuestra obligación era impedir su entrada y cumplir las sanciones de la UE y así se hizo, porque en ningún momento atravesó el control de fronteras". "Estuvo en suelo internacional, pero en ningún caso suelo español", sostiene Montero.

Por estos motivos el Gobierno entiende que no debe informar a Europa de este incidente ya que "no se han sobrepasado ninguno de los límites". "No se ha comunicado porque no había nada". También se ha eludido trasladar algún tipo de queja al régimen chavista, porque se trataba de "una escala", que debía ser "obligatoria por el descanso de la propia tripulación".

Delcy quería dormir en España, según el Gobierno

Montero no ha podido explicar por qué la vicepresidenta venezolana pensó que podría recalar en Madrid, pese a las sanciones que pesan contra ella. Al parecer el hecho de que esa escala fuese necesaria, por las horas de vuelo acumuladas, llevó a pensar a Delcy Rodríguez, según fuentes del Ejecutivo, que podía dormir en España junto al resto de la tripulación.

Ese error de concepto es lo que motivó la intervención de Ábalos que, según la versión del Gobierno, acudió a Barajas e intervino porque fue a recibir al ministro de Turismo de Venezuela, Félix Plasencia. El ministro, explican las mismas fuentes, le "reiteró" lo que ya le había transmitido la policía de frontera.

De hecho, el Ejecutivo sostiene que la intervención de Ábalos impidió que la policía se viera obligada a actuar. Así, se ha evitado una crisis con Venezuela sin consecuencias añadidas o efectos secundarios, como habría sido tener que deportarla inmediatamente a Venezuela. Rodríguez, según El País, tomó después un vuelo comercial a Doha (Catar) para, de esta manera, llegar a Turquía, que era su destino final.

A pesar del trato dispensado a la número dos de Maduro, el Gobierno defiende que no ha cambiado su posición respecto a este país, que sigue reclamando unas elecciones democráticas y que mantiene su reconocimiento al líder opositor, Juan Guaidó, como presidente encargado.

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