El Espanyol tumba al Villarreal y se ilusiona con la Copa

El Espanyol es unos de los ochos supervivientes de la Copa. El equipo perico se dio una alegría ante el Villarreal en un duelo que llevaba un guion muy parecido al de la ida (2-2) hasta el tanto final de Borja Iglesias (3-1). El Panda, el hombre más valioso de los pericos en esta temporada, celebró su 26º cumpleaños con un triunfo que mantiene viva la ilusión por repetir los títulos del 2000 y el 2006. Los pericos conocerán su rival en cuartos en el sorteo de este viernes (17.00 horas).

El año pasado tuvo lugar un derbi contra el Barça en la ronda que se abrirá la próxima semana. Se merecía una noche feliz el cuadro perico, que ha sufrido demasiadas desgracias en la Liga en las últimas fechas. Las lesiones musculares de Pedrosa y David López fueron las peores noticias junto a una lacra habitual. Solo hubo 11.171 espectadores en Cornellà, la peor entrada de la temporada, superando al duelo de octavos ante el Cádiz (12.560).

Gestas del pasado

Rubi volvió a utilizar la misma estrategia que en la ida al plantear la alineación. Nuevamente dio minutos a jugadores poco habituales en sus planteamientos de la Liga, pero mantuvo en el once a las piezas básicas de cada línea: David López en la defensa, Marc Roca y Darder en el centro del campo, y Borja Iglesias en el ataque.

El técnico de Vilassar no está dispuesto a lanzar por la borda un torneo que emociona a los pericos. Con el Atlético eliminado y el Barça pendiente de los comités, la Copa se abre a más aspirantes. ¿Por qué no puede repetir el Espanyol gestas del pasado? Hay que pelear por esa meta.

Dos penaltis

Menos entusiasmo demostró Luis García Plaza, alineando un bloque repleto de suplentes. Fornals y Gerard Moreno se quedaron fuera del once, mientras que Cazorla o el recién fichado Iborra ni siquiera estuvieron en el banquillo. Con el equipo en zona de descenso y el trascendente pulso ante el Athletic del domingo tan cercano, el técnico no quiso correr riesgos con sus referentes, aunque no faltaron buenos jugadores como Pedraza, Bacca o Chukwueze. El extremo nigeriano, de 19 años, apunta maneras excelentes. No extraña que el club amarillo quiera blindarlo con una cláusula de 50 millones.

Un tiro de Javi Puado (m. 6) abrió el capítulo de ocasiones de un Espanyol con ciertos apuros en la salida de balón. El Villarreal apenas inquietó y todo se puso de cara con el penalti cometido por Castaño sobre Borja Iglesias. Piatti lo transformó (m. 34) y golpeó a un frágil rival que volvió a sufrir la pena máxima en una clara zancadilla de Layún sobre Puado. El Panda fue esta vez el ejecutor (m. 37).

Falta al larguero

Se repetía la historia de la ida, el Espanyol dominaba por 2-0 y se empeñó en prolongar el guión encajando el tanto de Chukwueze, que se disfrazó de Robben para batir a Roberto con un ajustado zurdazo (m. 42). Con ese 2-1 se llegó al descanso ante una afición que se preguntaba si su equipo volvería al campo con la máxima intensidad o sufriría una desconexión de las habituales en las últimas semanas.

La segunda mitad empezó con una ocasión de Pedraza y la lesión de Pedrosa, que dejó su puesto a Dídac. Los nervios aumentaron con una falta de Layún que se estrelló en el larguero tras tocar ligeramente en Borja (m. 60). Quedaba media hora para el final y un tanto amarillo hubiese llevado a la prórroga.

Rubi apostó por el talento de Melendo para calmar las cosas justo en el día que se cumplía un año del gol del canterano que tumbó al Barça en Cornellà en la ida de los cuartos de la Copa. El exblanquiazul Gerard Moreno tuvo minutos en busca del empate, pero fue Borja Iglesias quien cerró el duelo con su habitual oportunismo.