Desembolsará 0,16% euros el próximo 9 de abril. Es el segundo pago con cargo a los resultados de 2019.
Antes del fuerte rebote en torno al 7% de los dos últimos días, la gran banca española perdió cerca de un 10% de su valor la semana pasada. Los dos movimientos antagónicos han tenido un denominador común: tanto la caída hasta zona de mínimos históricos del índice Ibex 35 Bancos como la reacción que devuelve el indicador sectorial por encima de los 300 puntos se han fraguado con unos niveles de actividad discretos.
En la semana en la que los inversores recibieron una avalancha de noticias sobre cancelaciones y retrasos en los pagos de dividendos, se movieron menos de 500 millones de euros diarios reales. Y en este arranque semanal, la contratación efectiva de los seis bancos de Ibex 35 se sitúa alrededor de dicha cifra.
A diferencia de los días más duros de mediados del mes de marzo, ahora la actividad es moderada. Si en la semana del crack (el 12 de marzo el sector perdió un 16% de su valor) se intercambiaban acciones por más de 1.000 millones de euros diarios, ahora compradores y vendedores han bajado el pistón de forma muy considerable en todas las entidades.
Ni los primeros entran de forma nítida a precios teóricamente de saldo, ni los segundos presionan a los actuales niveles. Fuentes bursátiles consultadas por Expansión Directo Banca explican que el potencial de caída es muy limitado ya porque el mercado está descontando el peor escenario para el sector: tipos ultrabajos, parón de la actividad crediticia, dividendos en revisión y un creciente riesgo de aumento de la morosidad.
Reacción técnica
Al mismo tiempo, todos estos factores juegan en contra de una potencial recuperación sostenida de los precios. A pesar de la reacción técnica de este lunes, los inversores más especulativos que apostaban por el rebote tras las grandes caídas de marzo y se embolsaron un 15% entre los días 24 y 25 del mes pasado no lo tienen tan claro ahora, con el coronavirus creciendo en países clave como Estados Unidos y Reino Unido, mientras sigue azotando con fuerza en Europa a pesar de los últimos datos esperanzadores en Italia y España.
En este contexto es en el que los niveles de actividad han sufrido una fuerte contracción en las últimas sesiones. Sólo BBVA ha contribuido a maquillar las cifras antes del pago de dividendo de 0,16 euros por acción que distribuirá el 9 de abril.
La semana pasada, la cifra diaria de contratación del sector bancario superó en dos ocasiones los 1.000 millones de euros. Pero fue gracias a la aportación de la entidad que preside Carlos Torres, que los días 1 y 2 de abril movió conjuntamente en el mercado de bloques cerca de 500 millones de acciones por valor de más de 1.300 millones de euros.
En total, la semana pasada se intercambió el 7,5% del capital de BBVA en este tipo de transacciones. Fuentes bursátiles atribuyen estos movimientos a operaciones de lavado de cupón relacionadas con el pago de dividendo, uno de los pocos del sector que, entre los confirmados, no ha sufrido modificaciones.
Tras quedarse descolgado de sus competidores la semana pasada, BBVA fue este lunes el mejor banco del Ibex 35 con una subida del 8,11% y ayer avanzó otro 4,13% hasta situarse a las puertas del soporte clave de los 3 euros por acción.